Inicialmente hipogeos terminan su desarrollo agrietando la tierra y saliendo parcialmente a la superficie.
Ascomas: subglobosos, turbinados, obpiriforme, bastante regular en su forma. Con frecuencia presenta una breve base, obcónica a hemisférica. Tamaño 2–8(–10) cm. Inicialmente color marrón muy claro que evoluciona a marrón rojizo, ennegreciendo al envejecer. Superficie al principio lisa, pero frecuentemente aparecen grietas y surcos con el crecimiento.
Peridio: 1–2(–3) mm de espesor, blanquecino al corte, formado por hifas de 8–20 µm de ancho, con paredes de ±1 µm de grosor, que según el ángulo de corte se verán como hifas paralelas o como elementos más o menos redondeados, hialinas en las capas más internas y amarillentas y con paredes más gruesas en las capas más externas.
Gleba: sólida, carnosa, suculenta, inicialmente blanquecina con islotes de color rosa pálido anaranjado, madurando a islotes de tejido fértil de color rosa carne, separados por venas estériles blanquecino rosadas, a veces manchadas de pardo amarillento, casi inapreciables en ejemplares muy maduros.
Olor: débil, no distintivo.
Sabor: escaso.
Buen comestible. Muy apreciado en las zonas donde se recolecta.
Islas Canarias, en suelos básicos, calizos, tanto en terrenos arcillosos del interior como en arenas costeras, micorrizando con Helianthemum canariense desde febrero a abril. Hasta ahora se han encontrado en las siguientes islas: La Graciosa, Lanzarote, Fuerteventura, Gran Canaria, Tenerife y La Gomera. Su fructificación es muy dependiente de las lluvias y de la temperatura, ausente algunos años en que las condiciones meteorológicas no han sido adecuadas.
Ascos: no amiloides, subglobosos a elipsoidales, piriformes, sésiles o cortamente pedunculados, de 60–90 x 50–70 µm, con 6–8 esporas en su interior, irregularmente distribuidos en los islotes fértiles.
Ascosporas: esféricas, de (20–)21–23(–25) µm de diámetro (mediana = 22 µm), incluida la ornamentación, inicialmente hialinas, lisas y monogutuladas, al madurar amarillas y decoradas con un retículo bien desarrollado, formado por pequeños alveolos poligonales, desiguales en forma y tamaño, de 0,5–1 µm de grosor, y de una altura no superior a 1 µm. Este retículo es claramente visible desde estadios muy iniciales hasta el final de su maduración.
Terfezia canariensis ha sido históricamente confundida con Terfezia claveryi. Ambas especies de Terfezia tienen en común un peridio hifal y esporas reticuladas, pero las esporas de T. canariensis son más grandes (valores medios: 21–23 μm de diámetro, mediana = 22 μm) y presentan un retículo completo, bien desarrollado, más evidente que en las esporas de T. claveryi (valores medios: 18–21 μm de diámetro, mediana = 20 μm) con un retículo incompleto y a veces reducido a crestas y verrugas aisladas
Antonio Rodríguez trufamania@gmail.com antonio@trufamania.com |